"Quiero que cambie": 4 motivos ocultos para ir a terapia de pareja
- Sandra Elizalde

- 7 abr 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 oct

Las relaciones de pareja son tan únicas y diversas que es imposible hacer una tipificación de los problemas que cada una atraviesa. Si bien existen en la literatura etapas identificadas de la vida en pareja y posibles problemas que pueden presentarse en la misma, no hay un inventario que englobe estos problemas; así que el especialista debe tener la preparación adecuada para crear el ambiente y hacer las preguntas precisas que permitan obtener los elementos con qué trabajar en cada caso.
Los motivos por los que una pareja llega al consultorio son variados. La mayoría viene para mejorar su relación, ya sea porque acaban de atravesar una crisis o porque las peleas han sido constantes y ya no quieren seguir viviendo así. También hay parejas que vienen porque desean terminar la relación y quieren hacerlo de la mejor manera, por los dos o porque hay hijos de por medio.
Hoy quiero platicarles de las parejas que vienen con motivos ocultos. Si bien cuando llegan a la consulta los dos han hablado de querer mejorar la relación, hay personas que tienen una idea equivocada de lo que se trabaja o cómo se trabaja en terapia y, a veces, no salen muy contentos de las sesiones porque definitivamente hay motivos ocultos para ir a terapia de pareja:
Quiero que mi pareja se dé cuenta de que está equivocado (a)
(O sea: yo tengo la razón) Sí, me ha tocado atender personas que vienen convencidas de que el causante de todos sus problemas es el otro y, después de sesiones y por más que trabajemos en que se dé cuenta de que —tal vez— hay algo en lo que se equivocó él mismo, no son capaces de verlo. Parte de mi trabajo es precisamente que los dos logren ver los errores que cada uno cometió en su justa dimensión.Pero no es confirmar las teorías de uno sobre el otro.
Quiero que él (ella) me ame
Sí, a veces uno de los dos ya no quiere nada y, por alguna razón, accedió a llegar a la terapia. Yo les puedo ofrecer trabajar en cerrar el ciclo de esa relación con ejercicios y sesiones enfocadas en revisar los errores, sanarlos, agradecer lo que fue y seguir adelante cada uno por su camino; pero si uno de los dos YA NO SIENTE AMOR por el otro, no hay nada más que hacer ahí.
Vengo porque mi pareja me condiciona
Muchas parejas llegan así: uno de los dos ya no ve otro camino que la ayuda de un especialista y condiciona al otro a seguir la relación solo si asiste a terapia. Mi trabajo aquí es hacer productivas las sesiones trabajando en objetivos en común y, la mayoría de las veces, el que fue condicionado llega a involucrarse en el tratamiento y se logra un gran trabajo de crecimiento para los dos. Pero a veces no.
Quiero que el otro cambie
De nuevo, hay personas que llegan con la idea de que lo único que necesita su relación para estar bien es que el otro cambie… y cuando llegan a sesión se abre un mundo de posibilidades para lograr lo que cada uno quiere, y eso a veces (más seguido de lo que imaginan) implica un cambio en ellos mismos.

Casos especiales
Si uno de los dos trae un motivo oculto, definitivamente no trabajo con eso. Mi trabajo es de pareja y mi trato es imparcial para los dos. Siempre, siempre será en pro de la salud mental.
La terapia individual se recomienda a veces cuando en las sesiones de pareja se ven detenidas por un factor marcado de alguno de los dos. Aquí analizamos el caso y les explico por qué y cómo sería ese trabajo. La verdad es que la mayoría de las veces en las personas se despierta el deseo de profundizar en su autoconocimiento y acceden de la mejor manera.




Comentarios