El monstruo entre los dos: la clave para entender las crisis de pareja
- Sandra Elizalde
- 1 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 25 sept
Muy seguido llegan parejas a terapia donde uno de los dos está convencido de que el otro es el absoluto culpable de todas sus desgracias, pero conforme vamos avanzando en el trabajo terapéutico, se dan cuenta de su propia participación en las crisis de pareja.
Es ahí donde les digo que ese gran problema es como un monstruo, uno que nació cuando ninguno de los dos supo cómo superar alguna crisis y ambos lo fueron alimentando al seguirse lastimando mutuamente (de manera consciente o no) .
Este monstruo se alimenta del malestar de la pareja
Lo nutrimos con los celos, la desconfianza, las peleas, los insultos y va creciendo y demandando más conflicto para seguir vivo. Ya sea que siempre hay alguno que inicia, que el error sea pequeño o tan grande como una infidelidad, el hecho de no trabajar esa crisis de pareja hace que el monstruo crezca.
Muchas veces no nos damos cuenta de que el monstruo ya existía antes de la infidelidad. Y con esa falta tan grande lo hicimos crecer tanto que ahora sí ya es difícil de ignorar que está justo en medio de los dos.
Para resolver una crisis de pareja hay que "entender al monstruo"
Me ha tocado trabajar con parejas que van mejorando en su relación, pero que aún no creen que ese cambio pueda ser permanente, como si el monstruo sólo estuviera dormido. Es ahí donde hacemos la "autopsia" : ¿Qué lo originó? ¿Cuáles conductas y actitudes de cada uno lo han hecho crecer? ¿Con qué se alimentó? ¿Qué seguían haciendo que lastimaba al otro?
A partir de la conciencia plena de la participación de cada uno es más sencillo entonces cambiar las conductas y actitudes.
Es muy útil esta metáfora en sesión porque es una manera sencilla de decirles: "tú no eres eso que hiciste, tú no eres ese que se enoja cuando pelean, tú no eres ese que hiere". Es lo que el monstruo que construyeron los dos demanda, pero pueden matarlo de hambre ¿cómo? Justo con no darle eso que lo hace crecer.
Acuérdense de quiénes eran antes del monstruo
Pregúntense qué los llevó a enamorarse, recuerden las personas que son ustedes cuando están bien, sus actitudes y conductas. ¿Qué te gustaba de tu pareja? ¿Qué hacía por ti? ¿Qué hacías tu por el (ella) ? ¿Cuáles han sido sus momentos más bonitos desde el día que se conocieron, hasta ahora? Así que tú que me lees:
¿Identificas el monstruo?
¿Qué puedes hacer para que poco a poco empiece a desaparecer?
¿Qué harás hoy por tu pareja que dejara de ser alimento para el monstruo?
Cuando éste desaparezca, será lindo imaginarse que enmedio de los dos pueden plantar un árbol, uno hermoso que se alimenta del amor entre los dos.
Incluso con la existencia del monstruo (cuando duerme), hay momentos bonitos y tan valiosos que uno de esos momentos los hizo tomar la decisión de ir a terapia porque los dos desean mejorar su relación. La pareja ideal no existe, la relación de pareja se trabaja y se construye; el amor se alimenta y se decide seguir alimentándolo. El amor se convierte en una decisión.
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