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ACERCA DE LA INFIDELIDAD Y LA REVISION DE LAS EXPECTATIVAS



Todos hemos sido o estado cerca de alguien que ha sufrido de Infidelidad por parte de su pareja. Hemos sido la víctima; o la hermana, la hija, la sobrina, de la persona que la ha sufrido o la persona que la cometió, es decir es algo tan común y sin embargo es algo de lo que aún se teme hablar.

Cuando nos enteramos de que alguien cercano sufre de infidelidad, nos apresuramos a juzgar, y -la mayoría de las veces- condenamos a las personas que deciden quedarse, sin saber siquiera las razones que lo (la) llevaron a tomar esa decisión.

Antes era común que la víctima de la infidelidad (mujeres en su mayoría) se quedaran, porque dependía su seguridad material de su pareja, porque se juzgaba duramente a las mujeres divorciadas, ahora los tiempos han cambiado, y las mujeres han demostrado que pueden hacerse cargo de sus vidas y sus hijos, ahora ya no pesa tanto el juicio moral de la gente… entonces ¿Por qué algunas mujeres (y hombres) deciden quedarse después de haber sufrido infidelidad?

Porque son un montón de factores que se tienen que considerar.

El tema grave es la traición, y por ahí empezamos, la persona traicionada entra en un estado de dolor y confusión que le impide tomar decisiones así.

Y la mayoría de la gente aconseja la separación.

Es que separarse de la pareja implica separación en varios niveles, depende del tiempo y lo que han construido juntos, los hijos y todo lo que los rodea.

Y si decide quedarse ¿por dónde empezamos?


RECALIBRAR LAS EXPECTATIVAS


Dice Esther Perel, una gran psicoterapeuta belga, que en la actualidad esperamos que nuestra pareja nos de lo que antes cubría un pueblo entero; queremos que nuestra pareja nos de pertenencia, identidad, trascendencia, misterio, (además de lo que el matrimonio ha de brindar), y así un montón de roles. Y entonces tenemos un montón de expectativas que sería muy difícil que una sola persona pudiera cubrir.

Cuando una pareja llega a terapia para superar la crisis que desencadenó una infidelidad, es un punto importante que hay que considerar: Las expectativas de cada uno. Y es ahí donde descubrimos (en la mayoría de los casos) que es necesario recalibrarlas.

Si, mi pareja puede que no cumpla con todo lo que quiero, ¿y quien dijo que tenía que hacerlo?

Ok, tampoco digo que hay que renunciar a lo que esperamos del otro, pero hay que empezar a hacernos cargo de nosotros mismos y nuestro desarrollo.


Seguramente podemos encontrar la manera de satisfacerlas nosotros mismos o con otras personas. Ser nuestra propia fuente de motivación, encontrar un grupo de amigos o compañeros de pasatiempos, con quien compartir eso que nos apasiona (hobbies, deporte etc.) ,especialistas que nos orienten en determinado tema, de salud, crianza, etc.


Poner sobre los hombros de otro la responsabilidad de la propia felicidad de uno debe ser una carga muy pesada.


Las personas que llegan a terapia para tratar el tema de la infidelidad, con el paso del tiempo, van avanzando hacia un crecimiento personal muy importante, ese donde se descubren como seres autosuficientes merecedores de respeto y plenos, y es justo ahí donde se encuentran de nuevo.

Dos seres completos que DECIDEN vivir la vida juntos, ser testigos uno del otro de su transitar en esta vida.



Así que, si llega alguien cercano a ti a compartirte que sufrió de infidelidad, quizá lo mejor sería escucharlo (a) y ofrecer el apoyo que necesite, antes de juzgarlo si decide quedarse.



PD. Esto aplica a parejas donde esto ocurre inesperadamente. En las relaciones donde la infidelidad es la norma, sí, hay que acudir con un especialista, para recuperarse del daño y fortalecerse para terminar la relación.




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